Permite una solución rápida y completa de la patología y reduce los procedimientos a realizar
Los cálculos biliares, conocidos más comúnmente como piedras en la vesícula, son una de las enfermedades vesiculares más frecuentes Se trata de depósitos sólidos compuestos por colesterol, bilirrubina o sales biliares, que se forman y acumulan dentro de este órgano y que pueden ocasionar diversas complicaciones como una obstrucción del ducto biliar que impida la salida de la bilis, una infección o una colecistitis (inflamación aguda o crónica de la vesícula).
Cuando a los pacientes se les diagnostican cálculos en la vía biliar, el conducto que comunica el hígado con el intestino, se les trata mediante la combinación de, al menos, dos procedimientos. Primero se les practica una endoscopia para eliminar los cálculos en la vía biliar, y después se les somete a una intervención quirúrgica para extirpar la vesícula.
Sin embargo, el Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña, ha logrado un importante avance en el tratamiento de este problema a través de una técnica basada en tecnología láser. La Unidad de Cirugía Hepatobiliopancreática ha intervenido con éxito a una paciente diagnosticada de piedras en la vesícula y en la vía biliar.
Una solución rápida y completa
Esta técnica, pionera y mínimamente invasiva, ofrece una solución rápida y completa de la patología y permite reducir los procedimientos a realizar y el número de ingresos, ya que se lleva a cabo en un solo tiempo.
“Se extirpa la vesícula y se limpia la vía biliar en una sola intervención y siempre mediante un abordaje laparoscópico”, explica el Dr. Santos Jiménez de los Galanes, jefe del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del hospital.
Para ello, se requiere, junto al material laparoscópico habitual, la utilización de “cámaras de visión de tamaño inferior a los 2 milímetros e instrumental quirúrgico cuyo calibre se reduce a micras”, explica el cirujano. Este material, “convenientemente introducido y manipulado a través del conducto que comunica la vesícula y la vía biliar, denominado conducto cístico, permite explorar el interior del hígado, el conducto biliar y el intestino», detalla.
La tecnología láser permite fragmentar los cálculos hasta reducirlos a un tamaño ínfimo, de manera que es más fácil extraerlos y no es necesario abrir la vía biliar principal, como ocurre en el abordaje quirúrgico convencional. “Se eliminan a través del conducto cístico o del intestino”, precisa el Dr. Jiménez de los Galanes.
A esto hay que añadir que se mantienen todas las ventajas inherentes a la técnica laparoscópica, por lo que el abordaje es mínimamente invasivo.
El objetivo es «mejorar la calidad de vida de los pacientes, facilitando así una temprana reincorporación a su actividad cotidiana», subraya el especialista.
Hasta el momento, el tipo láser utilizado por el equipo del Hospital Infanta Elena, el láser Holmiun, casi solo se empleaba en cirugía urológica y únicamente grandes centros de referencia europeos, americanos y asiáticos lo usan en el tratamiento de las litiasis biliares. «El hospital St. Marks de Londres es el centro con mayor bagaje a nivel mundial en esta técnica, y en España, apenas el Hospital General Universitario de Toledo cuenta con experiencia amplia en este tipo de terapéutica», relata el jefe del servicio de Cirugía General.
Este departamento cuenta con una amplia experiencia en el tratamiento de la patología hepatobiliar y pancreática, tanto de causa benigna como maligna. “En la actualidad, más del 80 por ciento de las intervenciones llevadas a cabo en este servicio se realizan por vía laparoscópica, apoyadas en tecnologías de reconstrucción virtual e impresión tridimensional, con excelentes resultados”, resume el Dr. Jiménez de los Galanes.